LOS INTERESES EMPRESARIALES SE ADUEÑAN DE LA POLÍTICA DE COOPERACIÓN PARA EL DESARROLLO
La
Coordinadora de ONGD y la Plataforma 2015 y más dan la
voz de alerta: de confirmarse la reforma del FONPRODE, se
asestará el enésimo golpe a la política de cooperación y se primarán los
intereses de la internacionalización de las empresas sobre los objetivos de
desarrollo.
La Coordinadora de ONGD y la Plataforma 2015 y más dan la voz de alerta:
de confirmarse la reforma del Fondo para la Promoción
del Desarrollo (FONPRODE), se asestará el enésimo
golpe a la política de cooperación. Esta reforma dejará el FONPRODE
en manos del Ministerio de Economía y primará los intereses de la
internacionalización de las empresas sobre los objetivos de desarrollo y lucha
contra la pobreza y la desigualdad - (Informe
completo).
La reforma propuesta por el gobierno facilita que este
instrumento, inicialmente concebido para promover el desarrollo y la lucha
contra la pobreza, gestionado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y
Cooperación, se convierta en un fondo de inversión al servicio de los intereses
financieros y de internacionalización de las empresas españolas, gestionado
ahora por el Ministerio de Economía y Competitividad.
Falta de participación y opacidad en la reforma. La reforma del FONPRODE, ya en trámite legislativo, ha sido realizada
deliberadamente por la puerta de atrás evitando su discusión en los espacios
consultivos establecidos para tal fin.
El FONPRODE sufre una reforma tres años
después de su creación y sin que haya sido capaz de ejecutar su presupuesto.
Durante este tiempo no se han entregado los informes necesarios para determinar
qué es lo que ha impedido el adecuado funcionamiento del instrumento y que
justificarían una reforma legislativa.
La reforma del FONPRODE otorga a la Compañía Española de Financiación para el Desarrollo (COFIDES) el protagonismo en la gestión de estos fondos por un período mínimo de 8 años. De esta manera, COFIDES, (una sociedad adscrita al Ministerio de Economía y Competitividad, cuyo fin es la internalización de las empresas españolas y cuyo capital mixto está formado por accionistas como el ICEX, el ICO, el BBVA, el Banco Santander o el Banco Sabadell) identificará las acciones con cargo al FONPRODE, lo gestionará e incluso, actuando como juez y parte, podrá asignarse el papel de experto independiente para los casos en los que la ley exige realizar un informe previo sobre la sostenibilidad de la deuda de los países que reciben los fondos.
La reforma del FONPRODE otorga a la Compañía Española de Financiación para el Desarrollo (COFIDES) el protagonismo en la gestión de estos fondos por un período mínimo de 8 años. De esta manera, COFIDES, (una sociedad adscrita al Ministerio de Economía y Competitividad, cuyo fin es la internalización de las empresas españolas y cuyo capital mixto está formado por accionistas como el ICEX, el ICO, el BBVA, el Banco Santander o el Banco Sabadell) identificará las acciones con cargo al FONPRODE, lo gestionará e incluso, actuando como juez y parte, podrá asignarse el papel de experto independiente para los casos en los que la ley exige realizar un informe previo sobre la sostenibilidad de la deuda de los países que reciben los fondos.
En 2010, el FONPRODE sustituyó a los
antiguos créditos FAD*. Entonces, la reforma se realizó de forma participada
con los distintos actores implicados en la política pública. Tres años después,
vuelve a reformarse y esta vez la participación brilla por su ausencia. Se ha
evitado su discusión en la Comisión de Cooperación del Congreso y en el Consejo de Cooperación que no han
tenido noticia de esta reforma hasta que ha sido trasladado al Senado. Tampoco
han sido informados el resto de agentes de la sociedad civil. Ni siquiera el
equipo técnico de la Secretaría General de Cooperación Internacional al
Desarrollo de la AECID conocía el proceso; de hecho,
han tenido constancia de esta reforma cuando ya se encuentra en el Senado.
El recorrido del FONPRODE en estos tres años se caracteriza por una enorme opacidad que choca de frente con las obligaciones legales en materia de transparencia. Apenas hay información sistematizada y publicada sobre las operaciones que ha realizado. En los tres ejercicios presupuestarios el Fondo no ha conseguido ejecutar su presupuesto asignado y no se ha informado, por los cauces establecidos para tal fin, de cuáles han sido las razones que han impedido esta ejecución.
Algunas de las modificaciones
propuestas en la reforma
* En 2010, el Fondo para la Promoción del Desarrollo (FONPRODE) sustituyó, tras años de presiones a los sucesivos
gobiernos, al controvertido Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD).
Este fondo, del que se obtenían los conocidos como créditos FAD,
tenía dos objetivos difícilmente reconciliables: el apoyo a la
internacionalización de la empresa española y la contribución al desarrollo de
los países receptores. Con la reforma del FAD se trató
de dar respuesta estas demandas que urgían separar los intereses exportadores y
financieros de las políticas y recursos dedicados a la ayuda al desarrollo. La
reforma dio lugar a dos fondos, separados, el Fondo para la
Internacionalización de la Empresa (FIEM), controlado
por el Ministerio de Economía, y el FONPRODE, dedicado
a la promoción del desarrollo y controlado por el Ministerio de Asuntos
Exteriores y Cooperación.
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